Ayer me compartía Débora este artículo sobre el homeschooling y para qué negarlo, no lo pude dejar pasar porque no creo en las casualidades del todo, y justamente esta semana en la que se había dado un complejomini debate en el grupo de mi amiga Silvana sobre casi casi el mismo tema, va Débora y me sugiere este artículo.
A priori, en reglas generales concuerdo en que el bienestar de los niños es primero y que eso debería ser nuestra prioridad como sociedad, velar por que estén bien en todo sentido. También recordarán que en su momento yo comentaba que NO estaba para nada en contra de las escuelas, asique no tomen lo que expresaré aquí como la epifanía de una ama de casa que atisba ahí el sentido de su vida ni mucho menos simple cacareos; pero me cansa un poco que siempre se hable sin conocimiento del tema y, sobre todo, se termine desconfiando de los padres a la hora de hablar de algo como esto. Viniendo de alguien que describe haber destinado buena parte de su investigación a la educación, en particular a las desigualdades escolares, la organización de los centros, la participación social, la profesión docente y la política educativa, me cuesta creer que de entrada (y aunque dice que no debería) se opone o sospecha de una alternativa sin siquiera indagarla de verdad. Usar los argumentos que expresa el señor Enguita en este artículo es, como diría un viejo amigo, que el árbol nos tape el bosque.
Mejor sí, igual no gracias!, insisto
Creo que ambos estamos de acuerdo, junto a casi el 90% de la población mundial (o al menos de países como la Argentina, para ser más localistas), que la educación tiene cuantiosa cantidad de problemas y a los tiempos que corren es obsoleta tanto en método como contenido. Según el autor “A esto se suma una pertinaz incapacidad para afrontar peculiaridades o problemas que incluso de manera episódica pueden amargar y truncar una trayectoria escolar y vital: falta de reconocimiento a las minorías, homofobia, acoso entre los alumnos, por no hablar de los casos de incompetencia o malas prácticas de los docentes que, haberlos, haylos”, y tiene razón pero no en el adjetivo “episódico”. Si vamos a reconocer un problema, hagámoslo en todas sus dimensiones para poder llegar a una solución que sea realmente inclusiva. Que haya niños que puedan tener una trayectoria escolar “feliz y saludable” no excluye a la mayoría de niños que no la tienen, niños que deben pasar por todo lo que nombra provocando incluso cicatrices físicas y psicológicas imborrables. Vamos, que si fuera algo episódico todo lo que nombra viviríamos en una sociedad realmente distinta.
Añado que sí existe una cara oscura en la vida de muchos niños, pero lamentablemente debo decirle que va asociada a unos padres que escolarizan en su mayoría a aquellos que no lo hacen. Meter todo en un mismo saco y poder nombrar un par de casos terribles que incluyen muerte de los niños en manos de los padres es querer meramente como decimos por estas pampas, embarrar la cancha y nada más. Después de todo por cada uno de esos casos que nombra podríamos citar una veintena o más de casos donde el ambiente escolar ha provocado otras tantas muertes y abusos. Un ejemplo clarísimo es el que resonó el año pasado con el jardín Tribilín, una entidad que estuvo añares funcionando, a la que muchos padres iban por recomendación de otros y terminó siendo “la prisión y miseria” que seguramente llevará a muchos padres a considerar el “glamoroso exponente del homeschooling”; porque yo estando en la piel de esos padres no podría considerar volver a confiar en una institución. Por algo menos grave pero igualmente dañino es que me terminé de decidir por este camino, entre otras cosas.
A partir de allí proyectar que habrá más casos como los de esas “dos sonadas madres homeschoolers” porque no es broma encerrar en el mismo sitio, durante años, a unos padres y sus hijos, uff bueno señor, no sé qué experiencia habrá tenido usted con sus padres, y si tuvo después de todo una familia asfixiante, pero no generalice pues la mayoría de los niños daría lo que fuera por quedarse en casa con papá y mamá en vez de cambiar ese encierro y asfixia por el del colegio, muchas veces más asfixiante. Además déjeme contarle que en realidad lo que menos hacen los niños homeschoolers es estar encerrados, pues ellos tienen el tiempo necesario de poder hacer infinidad de actividades que los tiempos escolares con sus exageradas tareas hogareñas les quita.
Y déjeme decirle que ningún Estado debería tener un derecho por encima de ningún padre, que los derechos reconocidos son derechos y no se cuestionan, en todo caso lo que el Estado debe garantizar es el bienestar del niño físico y emocional, el académico está cada vez más comprobado que no es más que eso, un contenido y no un derecho o un bienestar en sí y que su progreso académico siempre es evaluado en forma arbitraria.
¿Quién dice qué debe saber un niño a X edad por X razones?, ¿dónde está la base científica que pueda realmente avalar que un niño deba conocer cómo está dividida la legislatura de su país a los escasos 8 años (por poner un ejemplo)? Lo demás, sí señor, velar por el bienestar de los niños, insisto, física y psicológicamente, cosa que evidentemente no sé si pasa en España, pero acá en Argentina no basta con que el niño vaya a la escuela para garantizar su bienestar, pues hay padres que igual se abusan de ellos, los explotan y los humillan, a veces tanto como sus propios compañeros y maestros. Y también hay niños haciendo malabares en los semáforos o limpiando vidrios o durmiendo en plazas o estaciones de subte y que no van a la escuela ni tampoco tienen la gracia del homeschooling porque aunque su oscuridad está a plena luz del día nadie se ocupa de ellos, porque vivimos en una sociedad que últimamente hace más campañas por los derechos de los animales que por los derechos de los niños (sin desmerecimiento de un derecho sobre otro claro está).
¿Homeschooling sí, o no, entonces? la respuesta es breve y sencilla: sí, siempre y cuando sea mejor que la escolarización ordinaria, no igual. Igual, no gracias! porque ese “recinto específicamente diseñado, protegido y equipado, poblado por sus pares y casi pares y atendido por adultos formados como educadores, es decir, una escuela”, ha demostrado no ser una opción más atractiva ni mucho menos potencialmente la mejor que un buen hogar y una buena familia, de la que evidentemente habrá usted carecido.
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Querida Paula, ayer lei la nota que escribio este buen señor, la verdad que me llevo un tiempo digerir sus opiniones.
Creo que no esta para nada informado de que es realmente educar a los hijos en casa. Yo soy nueva en este camino, me tomó mas de un año tomar la decisión de descolarizar a mis hijas. Mire blogs, investigué el tema y volví a mirar mas blogs, leí opiniones a favor y en contra y lo que encuentré en todos los casos son padres comprometidos en un 200% en la educación y bienestar de sus hijos, en lugar de preocuparse por el futuro de sus hijos, se OCUPAN.
Este buen hombre pone de ejemplo a una mamá homeschooling que mato a sus hijos, creo que no puede equiparar este ejemplo (no creo que haya muchos mas) con las aberraciones que suceden todos los dias en casi todas las escuelas del mundo, no solo aqui en Argentina. Para darles un ejemplo, hace 2 dias me entero que en la escuela del pueblito de al lado nuestro, han cambiado el director y para asombro de los padres, este “señor” esta acusado de PEDOFILIA. Realmente me asombra la reacción de los padres, de casi 400 alumnos que concurren a la escuela, solo fueron 2 (si DOS) padres a hablar con las autoridades del colegio para que les expliquen la situación. A ver… es un pedófilo y nadie hace nada???!!!! Como pueden dejar a sus hijos en manos de estos tipos? No los entiendo.
La escuela hoy x hoy no les da nada bueno a los niños, sea colegio publico o privado. Yo veo ‘Depositos de Niños’, no escuelas, total si pasa algo o los niños no aprenden, la culpa es de la escuela, no?
Yo creo que las familias homeschooling y unschooling están muchísimo mas comprometidos con el bienestar de sus hijos y si de algo me arrepiento, es de no haber descolarizado a mis hijas mucho antes.
Invito a este señor a que se de una vuelta por las escuelas, que interactúe con los niños y docentes, y que después opine nuevamente.
Educar en casa? Siiii!!!!
Querida Paula, ayer lei la nota que escribio este buen señor, la verdad que me llevo un tiempo digerir sus opiniones.
Creo que no esta para nada informado de que es realmente educar a los hijos en casa. Yo soy nueva en este camino, me tomó mas de un año tomar la decisión de descolarizar a mis hijas. Mire blogs, investigué el tema y volví a mirar mas blogs, leí opiniones a favor y en contra y lo que encuentré en todos los casos son padres comprometidos en un 200% en la educación y bienestar de sus hijos, en lugar de preocuparse por el futuro de sus hijos, se OCUPAN.
Este buen hombre pone de ejemplo a una mamá homeschooling que mato a sus hijos, creo que no puede equiparar este ejemplo (no creo que haya muchos mas) con las aberraciones que suceden todos los dias en casi todas las escuelas del mundo, no solo aqui en Argentina. Para darles un ejemplo, hace 2 dias me entero que en la escuela del pueblito de al lado nuestro, han cambiado el director y para asombro de los padres, este “señor” esta acusado de PEDOFILIA. Realmente me asombra la reacción de los padres, de casi 400 alumnos que concurren a la escuela, solo fueron 2 (si DOS) padres a hablar con las autoridades del colegio para que les expliquen la situación. A ver… es un pedófilo y nadie hace nada???!!!! Como pueden dejar a sus hijos en manos de estos tipos? No los entiendo.
La escuela hoy x hoy no les da nada bueno a los niños, sea colegio publico o privado. Yo veo ‘Depositos de Niños’, no escuelas, total si pasa algo o los niños no aprenden, la culpa es de la escuela, no?
Yo creo que las familias homeschooling y unschooling están muchísimo mas comprometidos con el bienestar de sus hijos y si de algo me arrepiento, es de no haber descolarizado a mis hijas mucho antes.
Invito a este señor a que se de una vuelta por las escuelas, que interactúe con los niños y docentes, y que después opine nuevamente.
Educar en casa? Siiii!!!!
Gracias Paula por lo que expresas en el Post, yo no lo podría haber expresado mejor. Este año arrancamos con la escuela en casa. Te cuento que nosotros descubrimos la opción de hacer homeschooling, después de intentar que la escuela cubriera las necesidades educativas especiales que tiene nuestro hijo (hicimos cambio de colegio, diagnósticos con profesionales, etc. etc. TODO lo que nos pedían). Ah, por ahí algunos estarán pensando es un niño problemático, pues no, buena conducta y de alto rendimiento; problemático no, pero sí un problema para la escuela. La experiencia escolar fue tan negativa que en un momento dijimos esto así no puede seguir… no sólo no cubrían sus necesidades a nivel académico, sino que también empezó hacer una víctima de bullying, de parte de algunos de sus compañeros y de algunos profesores. Cuando esto último empezó a ocurrir, dijimos: ¡basta!, ya lo académico era insuficiente y la única razón por la que iba al cole era para “socializar” y esa “socialización” le estaba amputando el espíritu.
Así que ese ”recinto específicamente diseñado, protegido y equipado, poblado por sus pares y casi pares y atendido por adultos formados como educadores, es decir, una escuela” del que este señor habla, ha sido para nuestro hijo una zona de riesgo, tanto física como emocionalmente.
Por suerte, para fortuna nuestra, nuestros derechos como padres están por encima del Estado (y no como propone ese señor) y podemos hacernos cargo del bienestar y la educación de nuestro hijo.
Hoy estoy convencida, más que nunca, que es un derecho como padres poder elegir hacernos cargo nosotros mismos o de la administración de la educación de nuestros hijos, si la escuela no funciona para ellos o no cumple con nuestras expectativas.
Gracias Paula por lo que expresas en el Post, yo no lo podría haber expresado mejor. Este año arrancamos con la escuela en casa. Te cuento que nosotros descubrimos la opción de hacer homeschooling, después de intentar que la escuela cubriera las necesidades educativas especiales que tiene nuestro hijo (hicimos cambio de colegio, diagnósticos con profesionales, etc. etc. TODO lo que nos pedían). Ah, por ahí algunos estarán pensando es un niño problemático, pues no, buena conducta y de alto rendimiento; problemático no, pero sí un problema para la escuela. La experiencia escolar fue tan negativa que en un momento dijimos esto así no puede seguir… no sólo no cubrían sus necesidades a nivel académico, sino que también empezó hacer una víctima de bullying, de parte de algunos de sus compañeros y de algunos profesores. Cuando esto último empezó a ocurrir, dijimos: ¡basta!, ya lo académico era insuficiente y la única razón por la que iba al cole era para “socializar” y esa “socialización” le estaba amputando el espíritu.
Así que ese ”recinto específicamente diseñado, protegido y equipado, poblado por sus pares y casi pares y atendido por adultos formados como educadores, es decir, una escuela” del que este señor habla, ha sido para nuestro hijo una zona de riesgo, tanto física como emocionalmente.
Por suerte, para fortuna nuestra, nuestros derechos como padres están por encima del Estado (y no como propone ese señor) y podemos hacernos cargo del bienestar y la educación de nuestro hijo.
Hoy estoy convencida, más que nunca, que es un derecho como padres poder elegir hacernos cargo nosotros mismos o de la administración de la educación de nuestros hijos, si la escuela no funciona para ellos o no cumple con nuestras expectativas.
¡Totalmente de acuerdo!
Agregaría que el autor del artículo que comentás erra en el punto de partida como casi todos los “expertos en educación”. Cree en el Estado-Padre y madre.
En realidad, los padres son los que, por derecho, velan por el bienestar de sus hijos, por su educación y su desarrollo. El Estado solamente puede cumplir un rol subsidiario, siempre problemático y conflictivo, para auxiliar o reparar injusticias. En el fondo todos sabemos que nadie puede reemplazar a los padres, así que ponernos bajo sospecha sonaría ridículo si no fuese por el “lavado de cerebro” que los fautores de la ingeniería social vienen llevando adelante desde hace más de un siglo. (Lean Blumenfeld y Taylor Gatto)
Además, el autor que comentás revela creer en una mezcla de atomismo social con estatismo: los individuos aislados criados por el Estado, que es único padre bueno. Este pensamiento llega al extremo ridículo de creer que un mismo sujeto, la maestra, es buena y sabe como hacerlo con los niños en tanto alumnos, pero como madre no puede.
Actualmente una madre es sospechosa de no saber ni criar ni educar a sus propios hijos. Un docente, sobre todo si tiene “capacitaciones” y “cursos”, es una garantía.
Agregaría también los interrogantes que me hacía como docente universitaria.
Si la escuela es tan maravillosa: …
… entonces, ¿por qué los docentes universitarios recibimos gente incapaz de pensar, de leer, de deleitarse en algo que no sea útil o divertido? ¿Por qué recibimos como alumnos analfabetos funcionales? ¿Por qué, si se supone que la escuela es tan “socializadora”, nos llegan individuos incapaces de compartir, sin virtudes sociales básicas, irrespetuosos con el prójimo, inestables y dominados por tendencias que ni saben que tienen? Generalizo inevitablemente. Muchos alumnos luchan contra la mala educación recibida y sufren sin entender por qué eran alumnos apreciados en sus escuelas y en la universidad no sirven.
Casi todos los universitarios o terciarios actuales empezaron la escuela entre los 45 días y los 4 años. ¿Por qué tienen semejante rechazo a saber, a pensar, a disfrutar del conocimiento?
¿Por qué, si la escuela es una fuente de aprendizaje social, es tan común la competencia?
Algunos dirán que exagero. Pero esa experiencia con mis alumnos universitarios me movió a buscar algo diferente para mis hijas.
Otra cosa: la ingeniería social tiene fines diferentes de nuestra felicidad y la de nuestros hijos. Y sus propagandistas no siempre saben que lo son. A lo mejor este señor es ingenuo y recibió el discurso escolarizador sin pensar en su origen.
En cualquier caso, la escolarización, como sistema, hace mucho dejó de funcionar. De eso tenemos pruebas, más que abundantes.
Y los docentes actuales son, en muchos casos, un subproducto de ese mismo sistema (con sus cursos, sus capacitaciones, sus actualizaciones, sus monitoreos, etc.) No van a ser esos docentes ni esa escuela los que arreglen la educación. ¿O sí?
Hola Paula, como madre homeschooler obviamente que apoyo tus palabras, la Escuela es una institución que ciertos niños necesitarán por falta de apoyo familiar por las razones que sean, pero realmente, no para todos los niños, la escuela es la solución. Porque cada familia cuando piense en qué educación le dará a sus hijos, pondrá en balanza los “debe y haber” de la experiencia escolar… a nosotros, nos resultó más negativo que positivo ya que aprender a leer, escribir, sumar, historia, biología o lo que fuera, estábamos capacitados para enseñarle a nuestro hijo igual que en la escuela pero eso que ofrecía la escuela venía con muchas experiencias negativas que hacían que lo básico y positivo no tenga el peso suficiente como para decirle sí a la escuela. Cada niño tendrá la educación que los padres elijan en su infancia para él, pero si vemos los resultados que se están obteniendo en la sociedad, yo estoy completamente tranquila que mi hijo en casa, aprende no solo a ser una buena persona, sino que mucho más las cosas que la escuela pretende que aprenda. Te pido Paula que sigas escribiendo, sos un gran ejemplo y es un placer leerte.
Gracias a todas por tomarse el tiempo de comentar. Cada una de las cosas que me dicen las subrayo y las apoyo porque evidentemente sabemos de lo que hablamos en este caso y realmente me pone mal que sabiendo que algo està mal se de por tierra otras opciones y de investigar si funcionan o no; porque en vez de prejuzgar podrìamos construir a partir de ello. Por ejemplo siempre hablè de la desentralizaciòn de las escuelas, algo que explayarè màs adelante, pero si se ve que algo alternativo funciona, porquè no podrìa desde el propio estado poder apostar a invertir en eso, en vez de unificar todo bajo un sistema COMPROBADAMENTE INSERVIBLE. Al final se cambian etiquetas, se habla del bienestar de los niños, pero en los papeles, en el hacer nunca nadie realmente se preocupa y los pocos docentes que sì, sucumben a la presión de los buròcratas de turno que les atan las manos.