Estuve leyendo meses acerca de la pedagogía de Charlotte Mason, pedagogía que debo admitir no me llamaba mucho la atención porque la veía como demasiado estructurada. Vaya error!, ahora que cada vez conozco mejor su filosofía, debo admitir que es una de las que más me convence para poder aplicarla en casa. Pero este tema, junto a otras resoluciones de año nuevo que se vienen, lo dejaré para otra oportunidad. Lo que me interesa ahora es tratar de desentrañar qué es esto de los libros vivos o “living books“ en que prácticamente se basa el método de CM.
Honestamente hace falta leer bastante, y casi todo en inglés lamentablemente, para entender cabalmente a qué se refería Charlotte con libros vivos. No vamos a encontrar una misma definición exacta pero sí las características elementales que nos ayudarán a elegir el mejor camino para adaptarlos a nuestra rutina. Por eso me pareció apropiado hacer una pequeña lista de las características a tener en cuenta para reconocer un libro vivo más que tratar de definirlo detalladamente.
Son lo opuesto a los libros de texto
Todos esos manuales o enciclopedias que habitualmente forman la base de nuestra formación escolar, no son libros vivos. Son libros que aportan meramente datos, ya deglutidos y procesados por otros y que no dejan gran impacto en nosotros salvo por alguna curiosidad leída por ahí. Son libros esquematizados y con información limitada y previamente seleccionada. Por el contrario un libro vivo se determina por su calidad literaria, sea o no de ficción, escrito por un autor que verdaderamente demuestra tanto conocimiento como pasión por el tema. Es un libro que respira vida, que nos ilumina en el tema, que inspira y tiene carácter.
Imaginación, originalidad y emociones humanas
Detrás de un libro vivo no solo hay un autor y ya, hay un verdadero pensador que nos alimenta de alguna manera nuestros pensamientos y sentimientos. Nos embarca en un viaje donde nosotros mismos debemos indagar más en nuestro conocimiento, que no es meramente una lluvia de ideas nuevas sino que nos insta a querer saber más, que nos “enseña” sin pretenderlo. Incluso los autores no originales, esos que adaptan clásicos o simplemente los traducen son capaces de crear libros vivos gracias a su narrativa atractiva y su tinte personal para escribir sobre un tema que le interesa a sí mismo. Un libro vivo forma personas como tales no académicos.
Herramienta de aprendizaje
Un libro vivo nos ayuda a entender el mundo en el que vivimos y a nosotros mismos casi sin darnos cuenta. Nos proporciona las mecánicas para preguntarnos porqué, nos insta a seguir buscando. Un libro vivo no solo puede contarnos una historia sino que también cómo esté narrada, cómo estén presentados sus personajes y cómo descrito su ámbito de acción y escenarios nos puede conducir a un aprendizaje acabado no solo de una época histórica, una geografía, un evento, sino también la psicología misma del ser humano. Un libro vivo termina por identificarnos de alguna manera, nos deja huella y nos deleita el espíritu. Un libro vivo nos transforma.
Ejemplos de libros vivos
Desde ya podríamos decir que todos los grandes clásicos son libros vivos, se me ocurre ahora la magnífica colección de Robin Hood con las que nos hemos criado la mayoría de los cuarentones.
Hay muchas páginas que tienen largas listas tanto de libros de ficción como no ficción que podrían usarse como ejemplos de libros vivos pero pocas de esas listas son libros en español. No obstante trataré de ahora en más en hacer nuestra propia recomendación sobre libros vivos acriollada a este lado del hemisferio, pero no quiero dejar pasar sin embargo el recomendarles algunos sitios sobre la metodología de Mason que deberían considerar seriamente visitar.
Biblioteca libros vivos, magnífica recopilación en manos de Marina y Silvia
Charlotte Mason en español, sitio DE referencia para conocer a esta gran mujer.
Inactividad Magistral, otro sitio de referencia de Marina Dipp para poder conocer a Charlotte mediante sus propios textos.
Para la próxima, entonces, estaré recomendando un gran libro para niños entre 9 y 12 años.
Gracias por la información!