Si bien mis hijos son pequeños aun, el tema de la adolescencia y la lectura me llega muy de cerca gracias a mi trabajo docente. Para nosotros, los profes de lengua, es todo un tema la lectura… porque a los chicos les “aburre” leer. Por ello, y a pesar que mucho se ha escrito al respecto, acá vengo a dar mi humilde parecer al respecto, sobre todo luego de recibir vía formulario de contacto, la consulta de Erica cuyo mensaje pueden leer en esta captura.
Creencias
La comprensión
No hay otra. Para que un niño o joven- y los adultos obviamente- puedan entender un texto sin problemas deben ejercer desde hace un buen tiempo el hábito de la lectura. Si la lectura es variada, textos literarios como no literarios, mejor pues el proceso de abstracción muchas veces viene dado de la posibilidad de tener una lectura variada. La mente es parte de nuestro cuerpo y así como muchos mantienen línea yendo a un gimnasio o practicando deporte, el leer nos da mayor tonificación y fortaleza no solo a nuestro intelecto sino también a nuestra percepción del mundo y por ende a nuestro ser interior.
Lo ideal es que los niños nazcan con la idea de la lectura, que nos vean leer a nosotros, los papás, a algún adulto de referencia como los abuelos o tíos o los propios hermanos, que vivan la literatura de la mejor manera. Y cuando digo de la mejor manera es que no simplemente nos vean leer sino disfrutar de lo que leemos, que nos vean interesados por ese objeto (hoy un libro, una revista, una PC o una Tablet) y lo que nos transmite y provoca. El niño hace lo que ve y el ejemplo aunque no se lo inculquemos directamente lo absorben como la esponja que son.
Inspirar a la lectura
1. No desesperarse
Si nuestro hijo o hija adolescente no siente interés por leer, lo peor en esta edad es atormentarlo con que debería hacerlo. Lo mejor es conocer los gustos que tienen nuestros hijos y encontrar material referente a eso que los atrae. Pueden ser revistas, artículos que hallamos en internet, libros al respecto o novelas que de alguna manera se relacionen a ese tema. Supongamos que pareciera que nuestros hijos varones no tienen otro interés que el famoso fútbol pues desde el mangá de campeones o la misma revista Olé, hasta los maravillosos cuentos del negro Fontanarrosa o Eduardo Sacheri pueden ser una puerta a que de a poco agarren interés por la lectura.
2. No discriminar, dejar elegir
Así como a alguien que es reticente a probar platos nuevos no se le obligaría a comer ranas asadas o sushi, a quien no gusta de tomar un libro no se le puede imponer la literatura de buenas a primeras. Ese es el error más grave del colegio, suponer que a los 15 o 16 años puede tenerse el bagaje y madurez necesario para valorar algo tan maravilloso como El Quijote, el Martín Fierro o El Cid Campeador. Como caso me pongo a mí misma. En la escuela, teniendo pasión por la lectura, leía libros prestados de la biblioteca mientras que los clásicos que me daba la profe solo corrían por mi vista en resúmenes o estudios de libros que hablaban de esos textos. Martin Fierro, El Cid y el Quijote los adoré de grande, en mi paso por el profesorado y después de otros clásicos más acordes a mi edad de la colección Robin Hood como Tom Sawyer, Mujercitas, Sandokan y la serie de Ana de la Pradera.
He sido testigo cómo una colega en pleno auge de El Señor de los Anillos leía a Tolkien con una falsa cubierta para que sus alumnos no la vieran. Según ella quería “criticar con conocimiento de causa” a ese autor que gracias a la saga de Peter Jackson había recobrado popularidad entre los chicos y que se lo pedían a rabiar para leer en clase, sin embargo con lo de la cubierta ella misma ya había dado su veredicto sobre si iba a considerar leerlo o no y sobre qué es buena literatura o no lo es. En el 2012, y luego de ver cuánto me había entretenido la saga de Los Juegos del hambre, me dio por sugerirlo en clase y a pesar de ser literatura que muchos podríamos etiquetar como “comercial” o “de verano” pues pegó mucho y a partir del entusiasmo de dos o tres que le dieron una oportunidad ya todas se peleaban porque se los prestara, algunas sin poder esperar lo compraron y no el primero sino los tres de la trilogía.
3. Dar el ejemplo
Este año además no solo me vi entretenida por la saga de Collins sino que gracias a la serie de HBO, Juego de Tronos, me prendí con la lectura de la saga literaria. Estoy hablando de 5 libros (más dos que faltan aun que el autor termine y edite) de unas aproximadamente 1200 páginas de promedio. Mis alumnas viendo que traía de acá para allá esos libracos y seguramente visto y considerando que los juegos del hambre habían sido buena sugerencia de mi parte, se vieron intrigadas por esos tomazos que acarreaba y al verme entusiasmadísima con la trama de más está decirles la sorpresa que me llevé de ver unas semanas más tarde con el primer tomo entre las manos leyendo concentradísimas en clase a dos de ellas. Admito que esto me dio un poco de desasosiego ya que no es una obra como para niñas de 12 años pues contiene por momentos pasajes realmente violentos y un tanto subidos de tono; pero qué puedo hacer si se los había anticipado lo cual, creo, fue mi error real pues terminé sembrando la adrenalina de lo prohibido. 😅
4. Sembrar, respetar y esperar
Como decía más arriba, es elemental conocer a nuestros hijos y quizá no les guste leer, lo vean aburrido o demasiado “pasivo” por lo que habrá que ver si de pronto no les gusta otras formas de “leer”. El cine es uno de esos recursos que muchas veces luego nos llevan a la lectura. El respetar que elijan lo que quieran leer así sea comics o revistas especializadas y no literatura en sí puede prendernos la lamparita o darnos la oportunidad de más tarde llevarlos a la literatura. Como ejemplo les doy a un primo mío, amante desde adolescente de la música y la guitarra. Según mi tía iba a morirse de hambre como músico, se la pasaba tocando la guitarrita y escuchando jazz y blues; sin embargo hoy es un hombre hecho y derecho que tiene una familia maravillosa y que no solo vive de la música con su propia escuela sino que ha llegado a ser una referencia del género en Argentina y ha tocado junto a nombres resonantes como David Mayers o B.B King. Hoy es un tipo que puede apreciar el valor de la poesía, gran cinéfilo y lector. Lo cual me lleva finalmente a:
5. Escuchar sin juzgar
OriginalmentepPublicada el: 10 Ene de 2013 @ 17:01
Hola Paula soy mamá de dos nenes uno de 9 y otro de 13 hace 4 años q están desescolarizado, pero me gustaría q pudieran rendir libre, q pasos a seguir tendría q hacer ? Por q el más chico hizo 1°grado medio año y el más grande estaba en 7° todavía . El mas chico tendría q rendir desde 1 grado a 4° ,? Y el más grande 7° y empezar 1,2,3,años de secundario rendir libre? Estoy confundida nose como hacer te agradecería q me ayudarás desde ya gracias !!!!!
Hola Alejandra, tendrías que ir a Paseo Colón 255, 4º piso, contra frente, CABA que es donde te dan toda la información. Acá contamos cómo es el proceso http://educoencasa.com/rendir-secundaria-y-primaria-libre-en-argentina/ Yo mucho más no sabría decirte porque en realidad nosotros no rendimos libre y nunca hicimos la experiencia.
Estoy de acuerdo, la lectura debe fomentarse ante todo con el ejemplo ¡No hay nada peor que cuando te imponen algo que no te gusta!
Este es un post para el aplauso!!! Estoy taaan de acuerdo con vos!!! La verdad es que da para hablar mucho de este tema, así que espero más post.
Te cuento que a mi siempre me gustó la lectura, pero nunca leí mucho, quiero decir, nunca leí mucho los grandes libros jajaja Pero siempre me gustó mucho escribir, y leer poesía. Y, ahí vamos con la importancia de cómo aborda una profesora el tema. Tus alumnas seguramente te recordarán siempre por esos tomos que leyeron, como yo recuerdo a mis profesoras de lengua y literatura. Tuve la suerte que ambas fueron excelentes, distintas, pero excelentes ambas. (aclaro de además adoro los análisis de oración jajajja así que Lengua también me fascino). Pero lo que más destaco de ellas, es la clase de libros y actividades que nos daban. Una de ellas nos dió un libro (que adoraría recordar el nombre), muyporteño, muy de tango, muy lunfardo, con actividades que para mi eran super creativas comparadas con todas las demás materias. La profe de HIstoria, por ejemplo, era de las de “lean de la págna 3 a la 50” la próxima clase ha lección, jajaja será por eso que recién de grande me importó algo la historia, cuando descubrí que era algo más que esos libros tediosos.
La otraprofe, esta de Literatura, era una hippie divina, que nos hacía hacer obras de títeres, nos llevaba al cine, una grosa. Con ella leimos libros que después volví a leer en la facultad de Letras.
Mucho tiene que ver el docente que tengas, y hay qye saber encontrarle la vuelta.
Como me dijo un día alguién ¿los adolescentes no leen? si leen subtítulos de películas durante las dos horas que dura la cinta? eso también es leer!!!
Y ya para terminar que estos temas me apasionan y me vuelvo cansina jajajjaa te digo y te repito y te lo voy a seguir diciendo siempre, adoro este blog, aprendo, disfruto como loca leyendolo, así que dale para adelante!!!
Tienes mucha razón, Pola. Uno de mis mayores interrogantes es ¿por qué en la escuela no se leen ‘clásicos’ como Los viajes de Gulliver, Mujercitas, La cabaña del Tío Tom,…? Uno de los grandes problemas es que el espacio necesario para leer los libros ‘que se obligan a leer’ impiden tener tiempo para elegir. Es un aspecto que yo realmente cambiaría. Saludos!
Exacto! no solo eso sino que prejuzgan estúpidamente el hecho de que como los adolescentes no leen y jamás lo harán entonces mejor que el quijote lo lean en la escuela para que luego no digan que les falta cultura! pero claro, con ese pensamiento los chicos jamás tampoco leerán porque no tienen ni la afinidad ni la madurez ni mucho menos el hábito hecho de valorar un clásico de esas características!!
Si al menos fuera El Quijote… creo que aún sería mejor. Convergemos hacia la alergia a la lectura! Y eso es la base de la ignorancia y de la falta de espíritu crítico. Saludos!