[icon icon=icon-chevron-sign-left size=18px color=#9A2EFE float=right]Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad- Karl A. Menninger
Después de la nota del diario La Nación sobre educación en el hogar y de tener la ya patológica costumbre de leer los comentarios que generó; no puedo dejar de sentir (mucho más profundamente que antes) cuán adulterada tenemos a nuestra niñez. Somos una sociedad que se queja constantemente de problemas que no quiere ver de dónde provienen realmente; y si lo hace, pues no está tampoco dispuesta a poner de sí para solucionarlos.
Aunque suene a algo conspiranoico, estoy totalmente segura que tiene que ver con todo lo que Pilar Baselga plantea [su_lightbox src=”https://www.youtube.com/watch?v=r80pT6tR5NQ”][su_button] en este extraordinario vídeo[/su_button][/su_lightbox] . Si no lo vieron por favor no se lo pierdan, será la mejor hora y veinte que inviertan de su tiempo.
Es muy interesante porque la palabra “adulterar” es un verbo proveniente del latín adulterare, donde la partícula AD hace alusión a llevar o aproximar algo a otra cosa distinta a su naturaleza y por ello se la usaba con el sentido de falsificar o alterar para corromper algo. Es esto exactamente lo que estamos haciendo con los niños, primero al ignorar directamente su naturaleza libre y natural; segundo, al pretender que tengan casi las mismas (o a veces muchas más) responsabilidades y comportamientos que un adulto.
La mayoría de los comentarios de la nota que nombraba antes y de muchos adultos con los que me cruzo día a día, valoran que la escuela es una gran niveladora de oportunidades, que nos prepara “para la vida” y que el prescindir de ella significaría no tener en absoluto oportunidades de encontrar empleo o “tener un futuro”. Como si el futuro fuese exclusivamente un sinónimo de esto. Pero en cuanto uno destierra esos mitos enseguida sacan la espada de la socialización como bandera indiscutible y esencial de la utilidad de la escuela. De este tema ya hemos hablado bastante por lo que solo me centraré en por qué creo que estamos matando la niñez, adulterándola, corrompiéndola.
¿Cuánto tiempo tienen los padres por día para la educación de los chicos? En un mundo tan complejo, ¿ estos padres la tienen clara sobre lo que se necesita y lo que no, y si fallan? ¿también saben enseñar idiomas? ¿Quiénes son los que eligen los materiales de estudio? ¿ellos? Saben todo…Si fallan, cuando estos pibes traten de entrar “al sistema”, se las regalo.
Es cierto que vivimos en un mundo complejo para el cual hay que estar preparado pero insisto siempre que uno no tiene una bola de cristal para saber exactamente qué será lo que necesite para tener un futuro asegurado. De hecho creo que nadie tiene un futuro asegurado porque la vida justamente es algo dinámico, cambiante, impredecible. El hecho de pretender estudiar todos los temas por si las moscas, es lo mismo que atiborrar a mi hijo con 350 kilos o más de comida variada en una semana solo por si en el campamento del fin de semana pudieran pasar hambre.
Así es como tenemos generaciones de niños que nunca tienen tiempo de ser niños.
Van a la escuela entre 4 y 8 horas, estudian idiomas y música aparte, hacen deporte, talleres varios, vuelven a casa y tienen tarea para luego irse a la cama a dormir temprano para arrancar un día exactamente igual de ocupado. Como escuché una vez: dime qué tan ocupado estás para estar con tus hijos y te diré qué tan ocupados ellos están. Es la ley del no vivir ni dejar vivir.
Adulterados= Adultos + Alterados
No es lo mismo, porque en la escuela al mismo tiempo de educar, los integra en una sociedad laboral, trabajo en equipo, metas, competencia con otros, frustración, manejo de responsabilidades, tiempos, horarios, jugando a la pelota no es el ámbito para formar a una persona en las obligaciones que va a tener que afrontar de adulto.
A veces ante este tipo de comentarios me surge preguntarme por qué no mandar directamente a trabajar a los niños. ¿Por qué un comentario como este puede ser acertado para muchos pero imponerle a un niño un trabajo en una fábrica o vendiendo pirulines en una plaza es una brutalidad? La realidad de dos niños en algunas de estas dos circunstancias viola sus derechos. Después de todo seguramente estos adultos no respetan ni para sí ni para sus hijos algo tan básico y hoy utópico como la regla de los tres ochos.
En una sociedad donde institucionalizamos a los niños cada vez más pequeños y los saturamos con actividades de todo tipo, no es extraño entender porqué crece en un 100% la venta de clonazepam. Lo realmente penoso de esto es seguir por la vida con unas anteojeras sociales que no nos dejen ver qué les estamos haciendo a los niños y qué tipo de sociedad estamos provocando. ¿Qué energía para vivir puede tener un adulto que ha estado desde los 2 años cumpliendo ininterrumpidamente deberes y responsabilidades propias de un adulto mismo?
Autores como Knaus y Williams encontraban paralelismos entre el trabajo del adulto y el trabajo escolar ya que “las interacciones personales estaban moldeadas por las demandas del proceso del trabajo” (Recomiendo leer el trabajo de Enrique J. Garcés de Los Fayos “Burnout en niños y adolescentes: un nuevo síndrome en psicopatología infantil“) Si vamos al caso, la escuela misma ha nacido con el fin de la inserción laboral, sin embargo la garantía que se tenía de ello hace unos 100 años atrás, no es en absoluto la de estos tiempos que corren.
Artífices de una realidad diferente
Quienes habitualmente me leen y leen a Silvana, se habrán cansado de leer que apelamos siempre a aquello de ser el cambio que queremos ver en el mundo.
En este sentido me cuesta bastante entender a las personas que manifestando de continuo su insatisfacción con el mundo en el que viven y por cómo se dan las cosas a su alrededor, no solo mantienen sino que hasta defienden con creces el status quo. Cambiar no es fácil pero resistirse al cambio en forma tan tajante es un síntoma, me atrevería a decir a pesar de lo que genere, de cobardía. Pretender que nuestros hijos sean adultos hoy para que “no tengan problemas” cuando sean realmente adultos es alienar la sociedad en la que vivimos. Y, tal como el cuento del huevo y la gallina, es entrar en un círculo vicioso y enfermizo donde luego necesito que mis hijos desarrollen las “herramientas y habilidades” necesarias para encajar en la selva.
Cuando escucho que los niños necesitan tener roces para aprender a defenderse, cuando tengo que oír que está bueno eso de “cagarse a trompadas” a la salida del colegio como manera de certificar mi “fortaleza humana” ante el mundo; no puedo dejar de sentirme frustrada y con ganas de gritar paren el mundo que me quiero bajar.
Hola recién hoy pude leer el articulo Te felicito Paula, Yo empece este año a hacer educación en casa y por momentos me sentí abrumada y sin saber como seguir y si seguir, varias veces me plantie si fue lo mejor para mis tres hijos, porque la verdad me costo mucho y me cuesta organizarme para que estudien, además hay que sumarle la presión de la Familia que una y otra vez te hablan de que lo queremos tener en una burbuja y la socialización etc. Pero después veo los cambios que ellos hicieron, el mayor (9 años) lloraba por no ir a la escuela, porque era mas gordito que los demás y le decían que tenia que ir a cuestión de peso, entre otras cosos, Hoy es un nene que sale a la plaza a jugar y todos los días hace amigos antes no se acercaba a nadie hoy a cualquier lado que vamos se pone hablar y convesar con gente de cualquier eded, eso es sociabilizar no? A la del medio( 7 años) le detectaron Hiperquinesia, Ella dura en una actividad sentada 5 minitos, imagínense la maestra yo estaba todos los días en la escuela, ahora le encanta cocinar, le encanta crear cosas (manualidades) y es un amor cuando me ve que estoy limpiando ella me ayuda, y con la mas chiquita ni intente mandarla a la primaria, fue al jardín hasta los 4: Se que encuanto nivel académico falto conocimiento pero mis hijos ganaron otras cosas, saben compartir saben jugar juntos, se ponen a leer sin que los mande, esto y mas cosas me anima a seguir educándolos en casa.
Perdon por ser tan larga pero crei que seria bueno, compartir con ustedes mis experiencia en este camino.
Yolanda, no te disculpes por la extensión para eso está este espacio. Cuando uno empieza en este camino está llenísimo de dudas, no te preocupes. Además como decís, el resto no te entiende y pone palos en la rueda. No lo hacen de malos (es lo que quiero creer siempre) pero hasta que no ven los resultados siempre emiten opinión.
Lo importante es que vos misma estas viendo ya en poco tiempo que hay cambios y son positivos! Siempre sostengo que si los chicos son felices, suficiente!!
Muchas gracias por la respuesta Paula. A veces uno tiene miedo de aislarse en un ghetto ideológico, pero la alternativa de mostrar públicamente opiniones que vayan en contra del “mainstream” es muy desgastante. Me quedo sobretodo con tu recomendación de honestidad: vivir evitando hablar de nuestras opiniones y creencias nunca es sano, y aunque a veces nos topemos con gente insensible y temerosa, siempre te puede sorprender alguien con su respeto y empatía.
Saludos!
Sabés que lo del ghetto ideológico también me preocupó mucho en su momento, y no miento si te digo que hoy día siento muchas veces que somos bichos raros. Pero también me fui dando cuenta que cada vez somos más los que apostamos por un cambio rotundo, los que decimos basta. Desde los que optan por educar en casa, hasta los que crian con apego, son cambios que una parte de la sociedad se da cuenta que hay que hacer. Por eso creo importantísimo generar espacios de encuentro aunque sean virtuales porque es un apoyo necesario. Algo que deberíamos encontrar en cada esquina pero que lamentablemente no existe. Obvio que desgasta emocionalmente y mucho! pero si no empieza alguien nunca cambiaremos nada. Yo pienso que el derecho de piso nos tocó a nosotros y también a nuestros hijos, pero estoy segura que nuestros nietos y tataranietos vivirán diferente. Me lo repito constantemente cuando flaqueo.
La verdad Paula que tu artículo es un trago amargo para mí, pero de una muy necesaria medicina. En solo 3 años mi visión tradicional de la escolarización y la educación dieron un giro de 180°, y ahora que estamos en el camino de una enseñanza en el hogar para nuestro hijo me encuentro con todo tipo de respuestas reaccionarias ante nuestra decisión. Es muy duro a veces recibir críticas tan negativas de personas tan despojadas de empatía y tan inconscientes de su propia precariedad emocional. Nos increpan sin vernos verdaderamente, buscando negarnos cuando lo único que nos interesa a nosotros las minorías es ganar sus corazones.
Cuando el enemigo a vencer es el desamor, la opresión, la vergüenza, ¿con qué armas las combatimos? ¿Cómo mostrar a los demás que no pedimos guerra, si no entendimiento?
¿Cómo desnudarnos ante quienes no quieren vernos?
Todas estas cosas merodean mis pensamientos cuando se hace de noche en mi cabeza, y me dejan velando por una respuesta…
“¿con qué armas las combatimos? ¿Cómo mostrar a los demás que no pedimos guerra, si no entendimiento? ¿Cómo desnudarnos ante quienes no quieren vernos?” Ay Javier, me encantaría tener una respuesta puntual y totalmente efectiva para estas preguntas, pero no, no las tengo. Lamentablemente he llegado a tener que enyoguizarme mucho mentalmente para no caer en discusiones infructuosas con los que critican, porque además no se dan cuenta que usan argumentos que si pensaran dos minutos ni ellos de verdad creerían acertados!
Actualmente he optado por dos grandes cosas: 1) no esconder jamás lo que hago y 2) tratar de no abundar en explicaciones cuando veo que luchan por “hacerme entender” que lo que hacemos es una locura. Hoy por hoy corto por lo sano y más de una vez tiro la frase “yo no me meto en las elecciones que hacés para tus hijos, muchas de las cuales no optaría para los míos, asique no te permito (y reafirmo con el tono de voz el “no te permito”) que vos te metas en las mías”
He perdido gente en el camino por responder así, pero cuando eso pasa entiendo que es lo mejor. La vida te va limpiando de gente innecesaria. Si alguien te quiere de verdad, te va a escuchar, te va a tratar al menos de entender. Los demás, como siempre digo, son de palo.
Es muy duro pero es lamentablemente así.
Simplemente excelente Pauli!!! muy buen artículo y coincido con Silvana “Me encantan los artículos fuertes, despiadados, astutos pero simpáticos.”.
El tema de educar en el hogar estos últimos días ha traído una vorágine de notas o sobre todas las cosas de opiniones realmente estúpidas y fuera de lugar que crispan los nervios hasta lo más tranquilos jajaja. Hay veces que te da ganas de sentarte y contestarles a uno por uno, después te das cuenta que es imposible y sería gastar pólvora en chimangos, pues esa gente es muy difícil que vea la realidad, porque son los que compran todo lo que les venden, pero a la vez se quejan de todo y ni hacen nada para mejorar, cambiar.
A todo lo que decís sobre la sobre carga de actividades a los niños ahora hay que agregarle la doble escolaridad que les quieren imponer a los que van a escuelas de solo 4 horas, una real locura. Cero familia, cero compartir juntos algo lindo, disfrutarlo y vivir, después son desconocidos en una misma casa, donde los niños (no todos) terminan drogados, borrachos, porque son incomprendidos, están vacíos. En fin todos estos que “defienden” la escuela, la sobrecarga de actividades a los niños, los llenan de “obligaciones”, terminan fabricando una sociedad cada días más enferma en todo sentido y aborreciendo a los que quieren algo mejor para sus hijos y familia. Dan pena realmente, mucha pena.
De las notas que has ido subiendo solo he podido escuchar algunas, pero sobre los que opinan de que los niños deben aprender a defenderse porque es en las escuelas donde se forman como “pequeñas sociedades” y eso está bueno porque te prepara para la vida, la verdad me dan mucha pena, por más que sean pibes que no tienen hijos. Es preferible que tu hijo se críe socializado realmente con adultos y niños en el mundo normal y real y no en el que crea y reproduce la escuela( ambiente en el cual muchas veces esas pequeñas sociedades terminan magnificando sus malas acciones, para hacer más daño de lo que hacen los adultos). La vida te forja, te nutre sin necesidad de que maten a palos en la escuela para aprender a sobrevivir.
Un abrazo enorme. Y como siempre impecable. Lorena.
Tal cual Lore! Yo entiendo que sumidos en esta vorágine social de tiempos tan cortos muchas veces no tenés ni idea de reflexionar un poco sobre cómo se vive. Cuando te pasa algo límite o ya no te sentís feliz o no ves feliz a los que te rodean es cuando de a poco te empezás a hacer preguntas pero no puedo pretender que de la noche a la mañana todos cambien un paradigma o encuentren soluciones pensando “fuera de la caja” simplemente porque muy que me pese mucha gente no se plantea si es o no feliz, las cosas son así y aunque se quejen las aceptan. Sí, es demencial pero como dije en el artículo para mí está diseñado justamente para eso.
Después de esto voy a hablar del tema de la familia, otra cosa invaluable que nos están sacando y no tenemos que permitir en absoluto.
Es interesante ver cómo ha crecido la relación entre unschoolers e incremento de la violencia en la escuela. Me parece que es un punto en el que vale la pena detenerse ya que muchos padres se inclinan a salir de la escuela porque resulta un lugar en el cual ya no se comparten los valores mínimos de convivencia y en donde los niveles de violencia exceden lo tolerable. Podemos ver que el mundo es así y prepararlos para vivir, pero no prepararlos para vivir “en guerra”, defendiéndose de los ataques.
La pregunta es por qué cada vez somos más los padres, de escuelas públicas y privadas, que sentimos que la escuela no responde a lo que esperamos para nuestros hijos.
En vez de interpelar a quienes deciden tomar otros caminos, deberían centrar allí las preguntas porque claramente estamos ante un problema nuevo, que la sociedad no quiere afrontar. La escuela ha perdido el lugar de reconocimiento social generalizado que tenía y barrer bajo la alfombra no ayuda. Es mucho más interesante pensar juntos las alternativas para mejorar la situación que atacar a quienes toman otros caminos.
Como siempre Paula, has propuesto una muy interesante perspectiva para seguir analizando el problema!
Un abrazo,
Débora
Una vez una mamá me dijo que antes de buscar un reconocimiento de la ley con respecto a la educación en el hogar, había que buscar el reconocimiento social. Tuvo tanta razón!! Creo que con el tema de la escuela es igual, insisto en que muchas de las resistencias a los cambios que pueden darse proviende de los propios padres! Claro, uno diría que son productos del propio sistema no?; sin embargo creo que es importante ir abriendo oportunidades y opciones y creo honestamente que si no cambia la escuela cada vez más familias optarán por esas opciones. Hablo de educación en casa, escuelas alternativas, espacios sociales culturales o incluso cada vez más familias se aunan en casas para armar sus propios espacios educativos.
Un detalle a este respecto: una mamá de Chipoleti con la que siempre hablamos por teléfono me contó que cuando sacó a sus chicos del cole, a los pocos días un vecino se acercó a su casa para contarle que se había enterado de lo que hacía y quería informarle que él con otras 4 familias más tenían en una casa un espacio educativo común que seguía la pedagogía de Charlotte Mason. Esta mamá se quedó asombradísima porque Chipoletti es chico dentro de todo y ya había casi casi una escuela Mason dando vueltas!.
Los verdaderos cambios vienen de la propia sociedad, pero son tan pero tan pequeños a veces que parecen insuficientes Sé que en este proceso, como comentaba en otro artículo, quizá estoy criando bichos raros, pero tengo la fe y la esperanza que mis nietos o bisnietos ya no lo serán.
Paula, muy bueno! Yo tengo dos hijos, la nena ama su escuela y el varón con sólo siete años me pregunta si puede ir sólo los días de prueba. Este año el padeció la escuela y por consiguiente nosotros también.
Estamos pensando seriamente educarlo en casa, conocemos gente que lo hace y los chicos se sienten felices., debo admitir que asusta un poco debido al miedo que te inculcan de no ser escolarizado , comentarios como va a ser un antisocial, debe aprender a frustrase ya que la vida es difícil y demás frases que ya todos conocemos…
Coincido totalmente en que no podemos cambiar nada si no cambiamos nosotros, el respeto a la diversidad no se aprende en la escuela, al contrario, ahí aprenden ha cargar, al cuatro ojos, al petizo, al gordo, etc, se los automatiza en un “aprender” contenidos por si acaso y sin ningún respeto por el tiempo que le lleve a cada niño “aprender”, no se respetan individualidades y se los prepara para ser autómatas útiles a una sociedad trabajadora.
Cuesta cambiar, pero no es imposible, si queremos una sociedad de paz y respeto EDUQUEMOS para eso!
Hola Paula! que bueno tu artículo! el otro día escuchando la entrevista que te hicieron en Rock and Pop el chico te decía que la vida es una selva que en la escuela los chicos aprenden a vivir y defenderse. si esa barbaridad es cierta no quiero vivir en la selva, ni quiero que mi hijo se acostumbre a eso, como que tiene que andar defendiéndose???? la vida va a ser una tortura!!!!!!. yo quiero criar un hombre de bien, no otro yupie desesperado por el dinero. Es cierto si medio mundo es garca, violento, indiferente a los demás, egoísta y lo que es peor defienden esa postura, lo tomamos como la normalidad y se extiende viralmente, obvio que los que queremos la paz y el respeto seremos la minoría. Y así llegó el mundo: guerras por dinero, asesinatos, abusos a menores, poblaciones enteras y niños muriendo de hambre y enfermedades sin que nos importe un pito (perdón). Que nos enseño la escuela? solo a volvernos insensibles, porque la verdad la mayoría de mis compañeros de mi escuela como yo socializamos sanamente solo cuando terminamos la escuela. Antes cada uno tenia su etiqueta y de ahí no salíamos. SI HASTA AHORA CON LA ESCUELA QUE TENEMOS LOGRAMOS UN MUNDO ASÍ, ALGO FALLÓ. CAMBIEMOS!!!!! habrá que pensar si queremos niños adultos, porque en realidad nosotros somos los inmaduros que no queremos hacernos cargo de lo que nos toca como padres, que se críen solos…….
beso (yo también me quiero bajar)
Tal cual Lore!, igual puntualmente a los chicos de la Rock&Pop los entiendo porque ellos mismos decían que no tenían hijos y se atajaban diciendo que por ahí cuando los tuvieran les cambiaría el punto de vista. No es nada grato cuando en el colegio te maltratan a tu hijo! Pero son cosas que a veces lamentablemente uno tiene que pasar para entender.
Muchos tienen una idea del colegio un tanto romántica porque la misma psiquis te filtra los recuerdos, es como lo definió una vez una mamá y me causó gracia aunque es real “algunos le llaman síndrome de Estocolmo” .
Qué buen título!! es tanto alarmante como conscienciador. Pero justamente en lo movilizante está el posible resultado que pretendemos lograr. Es tan común ver esos chicos tristes y cansados que están haciendo mil y una actividades y luego muchos padres se sorprenden cuando se duermen parados.
La verdad que esta sociedad maniática y desequilibrada, falta de amor y de valores está haciendo a pulso a futuros adultos desbordados. En las entrevistas laborales uno de los factores que tienen en cuenta es si el individuo puede manejar altos niveles de stress. Pero eso no quiere decir que la persona sea hábil o inteligente para el trabajo. Eso es solo la prueba de que están limados y son borregos del sistema bien adaptados y obedientes, entrenados desde niños a ser así. Si desde niños los atiborran con actividades y les inyectan libros de texto de la escuela, cuando lleguen a adultos serán poco menos que robots alienados. Ni siquiera llegarán a la eficiencia de robots porque sus neuronas habran sido diezmadas. La verdad Pauli, como siempre Te súper felicito!!!!
Me encantan los artículos fuertes, despiadados, astutos pero simpáticos.
Sil, limados es la palabra más acorde con lo que terminamos produciendo. Yo he tenido alumnos con presión alta, depresión y fatiga crónica. Increíble incluso el escuchar a padres quejarse de la tarea excesiva que le dan en la escuela pero que a la par llenan de actividades a los chicos, algunos no tienen ni fin de semana!! Ya la vida te llena de eso cuando uno crece, me parece insoportable que recarguemos a la niñez desde el vamos con eso para que se adapte (?)
Yo sí cuestiono los valores de la escuela de hoy y la patologización de la infancia que he visto por parte de gabinetes psicopedagógicos escolares y docentes rotulando niños. No quiero eso para mis hijos y tengo el derecho. Excelente vuestra iniciativa.
Es cierto Carolina, yo también he visto lo mismo en esas escuelas que se dicen de excelencia y en la escuela pública. Rotular a niños y padres, hasta la burla. eso no es educar, eso no es contener, eso no es integrar, eso no es socializar
Hola Carolina, por supuesto que todos tenemos derecho a cuestionar! En el artículo en realidad le pego a los que siempre cuestionan sin actuar, sobre todo la incontable cantidad de gente que escucho hablar de la violencia, inseguridad, falta de oportunidades, etc pero a la vez defienden que es necesario el adaptarse a la sociedad enferma que cuestionan! No digo que todos deban dejar la escuela, sino que tenemos que repensar primero y ante todo la manera de crianza que tenemos como sociedad toda, después podemos hablar más extendidamente de la escuela.