Registro en imágenes, Octubre

Llevo un ratito sin escribir. Las causas son muchas. Por un lado cuando llega fin de año mis energías parecieran que se van aplacando, seguramente como registro biológico de cuando uno trabajaba todo un año con un estrés increíble y al llegar a este momento se iba achanchando pensando que ya se venían las vacaciones. ¿Nunca les pasó que cuando vienen caminando muchas cuadras las últimas parecen las más largas?. Pues así comencé Octubre, un mes que por otro lado tiene sus implicancias: a casi todos los miembros de mi familia se les ocurrió nacer en este mes (marido e hija incluidos), hace un añito que mi papá ya nos dejó y se lo extraña horrores, momento del año en que suelen atacarme los balances. En fin, que como les compartía la vez pasada, me estuve dedicando a los MOOCs y a mi hijos. 
Pero para que no se crean que me he borrado, acá les dejo algunas imágenes de lo que ha sido nuestra pequeña vida cotidiana estos días de ausencia. 

T. ha desarmado un viejo mouse que no andaba y literalmente le ha encontrado el porqué le llaman “ratón”.

Es indudable lo mucho que le gusta armar y desarmar cosas. 

R. ya cumplió una década de vida y lo festejamos sencillito en familia y con una amiguita de ella. En el trabajo de papá le hicieron la torta que había pedido: crema y frutillas. Siendo las frutillas la debilidad de ambos hermanitos, era lógico que T. no esperara ni por plato ni por cuchara.

Y ya que hablamos de frutillas, T. estuvo en estos días de más calorcito dedicado a prepararnos licuados con ellas. ¡Le fascinan!

También han seguido expresándose artísticamente. T. sobre todo está encantado con los acrílicos y acuarelas y pide pintar todo el tiempo. Aquí estábamos haciendo unos cuadros sobre viejas radiografías

Mientras R. ha estado dibujando de lo lindo; muchas imágenes estilo manga.

En sus clases de natación cada vez le va mejor y es increíble cómo ha avanzado en apenitas un mes.
Ah! y ya se ha hecho de amigos, claro! por si quedan dudas que los niños pueden o no socializar fuera del cole. 

 Visitamos también al abuelo con su baúl lleno de juguetes que a T. le fascinan. Ahora digo, ¿por qué allí sí los ordena y en casa no?… para pensar.

Y un poco de matemáticas, que nunca están de más! 😛

Paula Lago

Profe de letras, librera, amante de la fotografía, la música y el arte en general. Practicante de Jin Shin Jyutsu.
Ya 11 años educando en casa. Si quieres saber más , pasate por acá

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