A las familias nuevas que recién se desescolarizan se les suele recomendar que pasen un primer tiempo relajados, desintoxicándose. Y es en este período donde me parece importantísimo empezar a conocernos todos como familia. Es que antes, con la rutina, los horarios, las imposiciones créanme que perdíamos la oportunidad de tener realmente tiempo de calidad para conocernos.
Y como segundo gran consejo diría que esta estrella- también tomada del libro de Echeverría que nombro en el vídeo- debería ser una manera de empezar a trabajar en nosotros, como padres y como adultos, nuestra propia transformación y capacidad de aprendizaje.
A partir de ahora estaremos viendo cada aspecto de estos ejes ético emocionales, como los llama el autor, y estaremos reflexionando sobre qué aspectos del educar en casa y de nuestra vida familiar puede influir para bien o para mal.
Para empezar me gustaría que miremos la base de la estrella:
[bctt tweet=”Saber cómo nos valoramos a nosotros y a los otros es el punto de arranque”]
Para mí está altamente relacionado cómo nos valoramos nosotros para saber si realmente valoramos a los demás. Cuando invalidamos al otro- en una discusión, en las decisiones que toma, en sus hábitos, etc- y tenemos esa inmensa necesidad de demostrarle lo errado que está, es porque en algún punto carecemos de autoestima. Lo mismo pasa cuando se nos critica a nosotros, es decir cuando el otro intenta invalidarnos, y nos ponemos a la defensiva o nos ponemos a justificar lo que hacemos o dejamos de hacer.
Esto lo vivimos mucho los que educamos en casa cuando los demás nos tratan de locos por salirnos de un sistema al que la mayoría defiende a rajatabla a pesar de que al mismo tiempo lo critiquen . Nos sentimos incomprendidos, heridos, perseguidos, dependiendo de cómo se dan esas críticas y sobre todo por parte de quiénes. Pero si realmente estuviéramos desde el vamos seguros de nosotros mismos, de nuestro rol como padres, totalmente empoderados en nuestra decisión y su por qué; no nos afectaría seguramente tanto.
De ahí que nuestro presente pueda vivirse en el miedo o la confianza, de ahí que disfrutemos este camino o siempre encontremos razones para terminar padeciendo una decisión que después de todo es nuestro derecho.
Como les contaba la vez pasada, esto de estar pasando por cambios tan profundos y empezar a sentir que realmente la gente carece de respeto por el otro (y lo peor es que es casi, diría, un hábito inconsciente) afecta mucho desde lo emocional. Afecta porque cuando veo cómo comentan algunos, cómo hablan o, incluso, cómo ignoran cuando otro los está agrediendo, siento que la falta de respeto y por ende la violencia está demasiado instalada en nosotros. La hemos naturalizado. Y si eso pasa entre nosotros los adultos, cómo no entre los niños que aun se están formado, incorporando normas sociales, observando y copiándonos.
Por eso como ejercicio personal les dejo esas preguntas que disparaba en el vídeo, un acercamiento a una primera reflexión. Y también les dejo una tarea práctica (sí va con deberes!): muchos pululamos por redes sociales, lo cual significa que podemos contar con 10 segundos (o mucho más) para respirar hondo, salir a caminar, relajarse y pensar muy bien, antes de responder algún comentario agresivo, algún posteo con el que no estamos de acuerdo. Soy de las que creen que con respeto se puede decir muchas cosas; y si bien a todos nos ha tocado pasar por una “voladura de chapas” y responder de forma un tanto discordante con la armonía en que sería mejor vivir, lo bueno de ser un “ser humano” justamente, es la posibilidad de cambiar, de aprender de los errores. Por eso les propongo eso: que la próxima vez que quieras mandar al diablo a alguien, que quieras expresar tu postura, primero pienses bien qué y cómo vas a decirlo. Porque eso de que las palabras se las lleva el viento es un mito, porque el que “vos seas así”(completen como quieran: frontal, directo, que se te suelta la tanada o gallegada, etc) no es justificativo para ser violento o maleducado.
Hola Chicassss!
hace tanto que no escribo por aca, pero si leo y esta vez queria comentar porque justito ayer lei algo precioso sobre este tema en un post que hablaba sobre la “Virtud” como el objetivo de la educacion. Super importante y totalmente olvidado pareciera,no?
Eso justamente es lo que intentamos conseguir volviendo al modelo de educacion clasica; buscamos primeramente formar el caracter de nuestros hijos…un caracter virtuoso. Esto es, personas que busquen la sabiduria (de Dios, en nuestro caso), diligencia, valor y autocontrol ante las situaciones que nos provocan.
La educacion de hoy en dia lo primero que busca es el fin utilitario unicamente, olvidandose de que somos “personas”; y asi tal como decia Sil, hemos ido creciendo en un mundo mayormente competitivo, egoista e irritable que se nota incluso hasta en esos simples comentarios…que triste no?
Pero tenemos siempre la opcion de elegir, gracias a Dios, y en nuestro caso, la gran oportunidad y privilegio de reenfocarnos juntos con nuestros hijos y buscar el verdadero conocimiento y ser adultos realmente virtuosos.
(aqui lo dejo x si les da ganas leerlo)
http://www.simplyconvivial.com/2014/classical-homeschooling-virtue
Beso y abrazo chicas!
Que Dios las siga bendiciendo 😉
Hola Marina!!! tanto tiempo!!! cómo anda el bebu? ya se casó? jajajajaja.
Apoyo totalmente lo que decís y por eso es bueno saber que existen quienes se plantean otros caminos.
Me voy a chusmear el enlace que nos mandás.
Besote enorme!
PD: queremos más fotitos! jajajaja 😀
Realmente este es un cambio de perspectiva interesantísimo. Mejor aún diría que es la consecuencia natural de haber vivido tantas cosas en estos tres añitos de educar en casa y sobretodo de haber visto tantas actitudes diferentes y contestado innumerables consultas.
Creo que este paso que estas dando orientada a la problemática de base en todas las relaciones y las actividades humanas, que es la propia valoración o autoestima, es realmente fenomenal y muy bien merecido, me refiero a que a estas alturas contás con un acervo de conocimientos que podés aplicar perfectamente a esta vertiente.
La falta de respeto, que conlleva la auto-falta de respeto, es moneda corriente en la sociedad de hoy y se refleja en el comportamiento en las redes sociales.
Yo siempre me pregunté porqué algunos parecen disfrutar de insultar o maltratar o discutir con otros en esos ámbitos, o incluso están esperando que cualquiera respire, para levantar una polémica sobre su fosa nasal.
En verdad uno se siente muchísimo mejor diciendo coas lindas a otros, valorándolos, felicitándolos, deseándoles lo mejor y hasta colaborando. Es mucho más productivo valorar que desvalorizar o criticar.
Así que realmente te deseo lo mejor en tucaminoemocional.com, en el que vas a tratar justamente estos temas de desarrollo personal, armonía familiar y serenidad para experimentar.
Ya este post está mostrando a las claras lo lindo de tu nuevo enfoque y que sabés de lo que hablás!!!!
Que tucaminoemocional sea tu felicidad y l de muchos!!!!
Tal cual Sil, encima tengo esa sensación de que es inevitable que en algún momento uno se termina contagiando. Porque eso de que la violencia engendra violencia es una gran realidad, lamentablemente. Por eso creo esencial empezar a apartarse de esos ámbitos que hacen mal o que están mal, así como nos apartamos de la escuela en su momento prácticamente por lo mismo.
Es que es demasiado obvio, si ya desde la escuela naturalizamos y aceptamos la violencia, mucho más en nuestra vida cotidiana! Un horror!