En la mayoría de los post que he abordado en este nuevísimo blog habrán visto que hablo mayormente de las actividades que realizamos con R.
El hecho es que al estar ella a punto de terminar el 1º ciclo y estando tan cerca de fin de año me preocupa un poco que pueda al menos certificar este año su 3er grado por lo que me veo un poco más abocada a trabajar con ella los distintos temas del examen sin por ello someterla a un ambiente netamente escolar, que no es la idea, claro.
Esto no quiere decir que olvide a T. con sus inquietos 4 años. Pues bien, una de las cosas que me está enseñando el educar en el hogar y que, por supuesto, ya venía viendo hace ya tiempo, es que no hay dos hijos iguales (gracias a Dios). T. es sumamente curioso al igual que su hermana pero le cuesta mostrar una docilidad que su hermana tenía a su edad. Por ello tengo que ir probando diferentes actividades que realmente hagan que aprenda sin darse cuenta de ello, que las disfrute y que por sobre todo le marquen un desafío.
Había visto al momento de hacer los muñecos que les contaba hace unos días, que los botones le llamaron poderosamente la atención y que además por donde caminemos o estemos siente especial atracción por juntar piedritas, ramitas y otras curiosidades que encuentra. Asique cuando vi esta actividad para practicar el contar y el reconocer números y cantidades con cosas caseras como un simple contenedor de huevos decidí ponerlo en práctica.
La tarea es bien sencilla, tratar de reconocer cuántos botones debe poner en cada espacio y si posteriormente contar en forma desordenada si ha puesto bien la cantidad de cada espacio. Es una actividad que puede hacerse con lo que se tenga a mano, botones en nuestro caso, pero también porotos, semillas o incluso piedritas o tapitas de lapicera.
Por suerte se prendió enseguida y disfrutó mucho la actividad. Todo lo cual refuerzo en cada momento: desde contar la cantidad de cucharadas de azúcar que ponemos al cocinar como el número de día en el que estamos.
Próximamente estaremos armando un calendario personal en el que tendrá que reconocer en qué día estamos, el número que corresponde, el mes, el clima que hace, etc. No hay día que no me pregunte “Ma, ¿hoy qué día es?”, me vuelve loca con esa pregunta asique aprovecharemos a armar un enorme panel para que juegue con las imágenes y palabras mientras aprender el orden de los días y sigue aprendiendo más números sin darse cuenta.